Mejorar las transferencias bancarias internacionales será una de las principales prioridades para 2023

Jose A. Diaz – Chief Executive Officer for Zenus Bank

3 ene 2023

Sigue existiendo una disparidad considerable entre diferentes ubicaciones geográficas en cuanto al acceso a servicios financieros, e incluso servicios cotidianos, como pagos transfronterizos o transferencias de fondos.

Con la Web 2.0 impulsando a los usuarios hacia experiencias digitales más grandes y mejores, junto con la creciente globalización y la necesidad de interactuar a través de las fronteras, la necesidad de una inclusión financiera global en la que los clientes individuales, así como las empresas, tengan el mismo tipo de acceso a servicios financieros útiles y asequibles a través de transacciones, pagos, ahorros, a través de la banca digital es más evidente que nunca. 

El auge de los challenger y neo banks, así como de los proveedores de fintech, han transformado las capacidades del sector bancario, que ahora pueden ofrecer una amplia gama de servicios a los clientes. Estos incluyen nuevos modelos de servicios interactivos, que van desde las criptomonedas, productos de Buy Now Pay Later (BNPL) y los servicios de préstamos financieros integrados por empresas de diversos sectores -desde supermercados hasta empresas deportivas mundiales- fuera del sector bancario. Mientras tanto, la pandemia exacerbó la tendencia hacia empresas completamente digitales que operan a distancia y necesitan poder prestar servicios transfronterizos de forma instantánea para trabajar con otros socios de ámbito mundial, pagar al personal en cualquier parte del mundo y ampliar las cadenas de suministro globales a nuevos mercados geográficos. 

Un área que está creciendo a gran velocidad es América Latina, donde la inversión en tecnología financiera se ha acelerado significativamente. La región experimentó un crecimiento de casi cuatro veces, pasando de 4.100 millones de dólares en 2020 a 15.700 millones en 2021. América Latina sirve como un ambiente propicio perfecto para las nuevas empresas fintech. Principalmente, porque los bancos de la región, históricamente, solo han prestado servicios a personas adineradas debido a la falta de competencia y a los estrictos requisitos de crédito. Una gran parte de la población sigue sin estar bancarizada, entre el 30% y el 50% en los principales países. Incluso para quienes tienen tarjetas de crédito o cuentas bancarias en bancos locales, la experiencia de usuario suele ser deficiente, mientras que muchos bancos no han invertido en infraestructura tecnológica ni han mejorado la experiencia digital. 

El creciente número de plataformas fintech en América Latina se ha visto impulsado aún más por la creciente necesidad de servicios de pago no proporcionados por los bancos tradicionales, el aumento de la demanda de nuevos servicios financieros integrados y los cambios regulatorios que están permitiendo una banca transfronteriza sin fisuras. 

Por lo tanto, a medida que el Sur global se vuelve más activo en la economía mundial, las empresas que trabajan en países en desarrollo necesitan tener acceso a sistemas de pago transfronterizos fiables y seguros, mientras que los bancos necesitan poder transferir fondos a los clientes con los que trabajan de forma inmediata en todo el mundo. Del mismo modo, desde una perspectiva individual, existe una demanda significativa de acceso a una cuenta bancaria global segura, especialmente por parte de los empleados de las economías en desarrollo que trabajan para empresas globales y que a veces esperan semanas para cobrar a través de los bancos locales. 

En consecuencia, el sector bancario está invirtiendo ahora fuertemente en productos que puedan ofrecer servicios de pago internacionales seguros, transparentes y escalables, que serán vitales para proporcionar inclusión financiera a millones de personas, empresas y organizaciones que operan en economías en desarrollo. La banca transfronteriza, por ejemplo, y la posibilidad de transferir dinero a través de cuentas bancarias de diferentes países, suponen un reto único que muchos bancos están tratando de abordar. Aunque el dinero siempre se ha transferido a través de las fronteras, el aumento de los flujos transfronterizos tanto de capital, como de ciudadanos, ha hecho que cada vez más organizaciones financieras quieran prestar este servicio de forma instantánea. 

En respuesta, se están implantando licencias bancarias internacionales -el concepto de bancos de ámbito mundial que funcionan con la misma infraestructura tecnológica en todos los países bajo una licencia global- para ofrecer servicios bancarios transfronterizos de forma instantánea y sin problemas. Se pueden abrir cuentas bancarias a distancia y acceder a ellas desde cualquier lugar, lo que proporciona a los clientes una presencia global, un acceso constante a sus fondos y facilita el acceso a una cuenta global a quienes viven en países en desarrollo con economías menos estables. 

En Zenus, creemos que esta tendencia creciente será uno de los cambios definitorios en todo el sector bancario mundial en 2023 y más allá, ayudando a abordar el problema recurrente de transferir dinero al extranjero, que ha pasado de ser un proceso complejo, caro y lento a una tarea rutinaria instantánea. Estos cambios también ayudarán a complementar el auge de los servicios financieros integrados, como la banca como servicio (BaaS), proporcionando servicios financieros a empresas no bancarias que buscan adoptar e implementar estos productos a escala mundial. El concepto también tiene el potencial de transformar y democratizar los países en desarrollo, donde los ciudadanos pueden tardar varias semanas en cobrar a través de los canales bancarios locales. 

2023 promete ser un año redefinitorio para el sector bancario. No sólo por establecer nuevas normas para el sector bancario mundial, sino también por garantizar que los clientes puedan acceder a un banco internacional al instante y con independencia de dónde se encuentren.