La agilización de los pagos transfronterizos debe ser uno de los principales objetivos de los bancos

Mushegh Tovmasyan

Empresa

La personalización de los servicios bancarios ha sido uno de los grandes protagonistas en la última década, al ofrecer experiencias digitales más ricas para los usuarios. Junto a una mayor personalización, la continua globalización y la necesidad de interactuar más allá de las fronteras físicas, ha hecho que la inclusión financiera global cobre aún más importancia. Sin embargo, esto no es uniforme en todo el mundo.

En las economías desarrolladas se dan por sentados los servicios financieros útiles y asequibles para las transacciones, los pagos y el ahorro, a través de la banca digital, pero no son en absoluto la norma en los países en desarrollo. Aunque se están realizando esfuerzos para mejorar los pagos transfronterizos, aún quedan enormes obstáculos por superar para facilitar la transformación del sector bancario en este ámbito. ¿Y mientras tanto? La realidad es que los consumidores y las empresas de esas jurisdicciones en desarrollo luchan por formar parte de la economía mundial.

Las capacidades del sector bancario se han ampliado drásticamente gracias a la aceleración de los challenger y neo banks, así como a los servicios ofrecidos por los proveedores Fintech. Como resultado, la gama de servicios que ofrece el sector bancario se ha ampliado considerablemente. Las empresas ofrecen nuevos modelos de servicios interactivos en una amplia gama de sectores ajenos a la banca tradicional. Por ejemplo, se ha vuelto bastante común que empresas de venta al por menor, como, entretenimiento y aerolíneas, ofrezcan productos como servicios de "Compre ahora, pague después", servicios de préstamos financieros integrados y criptomonedas.

La pandemia hizo avanzar la tendencia a trabajar a distancia, lo que acentuó aún más la necesidad de poder prestar servicios transfronterizos al instante para trabajar eficazmente con socios mundiales. También, planteó la necesidad de que las organizaciones puedan retribuir personal disperso geográficamente, así como ampliar las cadenas de suministro globales a nuevos mercados. Uno de los mercados que más está creciendo o es el latinoamericano.

Aquí, las cifras hablan por sí solas: la inversión aumentó de 4.100 billones de dólares en 2020 a 15.700 billones en 2021, un crecimiento interanual de casi 4 veces. Una razón importante para este desarrollo es el hecho de que América Latina sirve como una plataforma de lanzamiento perfecta para las nuevas empresas de tecnología financiera. Dado que históricamente los bancos de la región solo han prestado servicios a personas adineradas debido a una competencia mucho menor y a unos requisitos crediticios restrictivos, esto ha dejado a un segmento significativo de la población sin bancarizar o infra bancarizada. En algunos países, esta cifra puede llegar al 30%-50%. La experiencia del usuario también suele ser mala, incluso para los que tienen tarjetas de crédito o cuentas bancarias locales. Este es el resultado de la falta de inversión en infraestructura tecnológica.

Por ello, en toda América Latina existe una importante demanda de acceso a una cuenta bancaria global y segura. Por ejemplo, los empleados de las economías en desarrollo que trabajan para empresas extranjeras pueden esperar semanas para cobrar a través de los bancos locales. Para las pequeñas empresas que pretenden abrirse a nuevos mercados y acceder a una moneda fuerte, los deficientes servicios bancarios locales suponen una pérdida de ingresos y una limitación de oportunidades. Por lo tanto, ofrecer una cuenta bancaria internacional segura, escalable y transparente será vital para crear inclusión financiera para millones de personas y organizaciones que aún carecen de estos productos esenciales.

El sector bancario reconoce esta necesidad y está invirtiendo productos que puedan ofrecer servicios de pago internacional sin fisuras. Estas inversiones resultarán cruciales para incorporar a millones de nuevos agentes a la economía mundial. Para que el futuro sea próspero para muchas personas, debemos garantizar que el capital fluya eficazmente a través de las fronteras.

Las licencias bancarias internacionales han entrado en juego como respuesta. El concepto de bancos globales, que utilizan la misma infraestructura tecnológica para prestar servicios en muchas jurisdicciones con una licencia global, está ganando terreno. Esto significa ofrecer servicios bancarios no sólo a personas con un gran patrimonio sino, a todas el las personas, en cualquier parte del mundo. Esto es especialmente aplicable en las economías emergentes, donde la necesidad de estos servicios es mayor.

Al proporcionar acceso constante a los fondos y a una cuenta global, esto cambia las capacidades bancarias de los habitantes de los países en desarrollo. Esto ayuda a resolver el problema recurrente de transferir dinero al extranjero, que pasa de ser un proceso laborioso a una tarea rutinaria e instantánea. Esta es la principal área de interés en la que Zenus está invirtiendo, y estamos trabajando con socios estratégicos para desarrollar la escalabilidad de estos servicios para clientes de todo el mundo.

Esta tendencia creciente de mayor acceso a los fondos y a una cuenta global será uno de los cambios definitorios en todo el sector bancario mundial. Además, en Zenus también estamos trabajando con diligencia para crear una plataforma que permita a las Fintech y a otras marcas orientadas al consumo integrar servicios financieros en su oferta. Creemos que aprovechar el las capacidades de la banca como servicio será clave para que muchas organizaciones puedan ampliar su alcance a nivel mundial y explorar nuevos sectores verticales de ingresos. Esto significa que las Fintech británicas, por ejemplo, podrían prestar servicios a clientes latinoamericanos o estadounidenses, lo que aumentaría significativamente la accesibilidad de la banca transfronteriza.

Tras los importantes avances tecnológicos en el sector, junto a la gran demanda de estos servicios y a la inversión, unos pagos transfronterizos sencillos y sin fisuras podrían contribuir a transformar el sistema bancario mundial. Esto no sólo proporcionará nuevas normas para el sector bancario mundial, sino que garantizará a los clientes el acceso instantáneo a servicios bancarios de calidad desde cualquier lugar del mundo.